En esta historia de la censura a Telemadrid desde la empresa participada por el Gobierno de la Junta de Comunidades, todo tiene el sabor añejo y rancio de las esencias más hispánicas. Si la sóla existencia de una empresa de telecomunicaciones dedicada a interferir institucionalmente toda señal del espacio radioeléctrico no conforme a Telecandau, recuerda las estaciones de interferencia de la Pirenáica, BBC y Radio París, la salida del presidente Barreda con la carta a Esperanza Aguirre, en la que propone un convenio para intercambiar al peso la señal de CMT por la de Telemadrid, tiene el marchamo clásico de las trapacerías de los prohombres del régimen, que en los años cuarenta se dedicaban a dar lecciones de democracia a los representantes de la decadente pérfida Albión.
A la salida de Barreda le viene al pelo la conocida anécdota en la que la flema británica fue capaz de sacar los colores al marmóreo rostro del cuñadísimo, cuando harto de las continuas algaradas y manifestaciones falangistas ante la Embajada del Reino Unido en Madrid reclamando un Gibraltar español, el embajador inglés llamó por teléfono al todopoderoso ministro de Asuntos Exteriores franquista para quejarse. Ante la oferta de Ramón Serrano Suñer de mandarle a la policía para proteger la embajada, el británico le contestó: "Me conformo con que no me mande más manifestantes".
Y es que al amigo Barreda le ha salido de pronto el demócrata que lleva dentro y pretende vender a los ciudadanos de Toledo y Guadalajara, que hasta hace unos meses veían Telemadrid sin ningún problema, que si ahora no lo hacen, es porque Esperanza Aguirre se niega a firmar un convenio de justa y equilibrada reciprocidad.
Que no hombre, que no. Si en Guadalajara y Toledo no se ve Telemadrid es simplemente porque usted utiliza el erario público para ejercer una censura que le han afeado incluso desde las filas de su propio partido en el Senado. Usted, como el cuñadísimo con el embajador de la pérfida Albión, está dispuesto a mandar a la policía, cuando simplemente lo único que tiene que hacer es no mandar a los manifestantes. Se espera con expectación la cadena de televisión que retrasmitirá en directo el corte de mangas de Esperanza Aguirre.
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