Iván Hontoria.– Lejos quedan los tiempos del entendimiento entre José Bono y Alberto Ruiz Gallardón por el que el ahora presidente de las cortes disponía de un tiempo negociado en la televisión madrileña para poder hacer llegar su mensaje y las novedades de la comunidad a los miles de castellanomanchegos que tuvieron que emigrar hasta Madrid para encontrar trabajo y conseguir cierta calidad de vida. Ahora parece que estamos en las antípodas. Desde hace unas semanas las emisiones de Telemadrid a través del canal 63 están interferidas. Los estrategas electorales saben que resulta fundamental de cara a las próximas elecciones autonómicas dominar el mensaje a través de la televisión.
Los expertos contratados por los populares han detectado en la antena de televisión situada en Cabanillas de Campo, junto a uno de los más desafiantes campos de golf de toda la península ibérica, que se ha colocado un panel que interfiere por completo la señala de la televisión que Raúl del Pozo bautizara como ‘Tele Espe', en referencia a la siempre continua presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid en sus emisiones.
Las dos principales provincias para decantar el próximo presidente o presidenta de la Comunidad en Castilla-La Mancha son Guadalajara y Ciudad Real. En esta última los populares no tienen nada que hacer en los medios de comunicación. En Guadalajara, donde se da por hecho que los populares obtendrían una amplia mayoría, lo que podría darles la presidencia si en el resto de provincias se mantienen los votos como hasta ahora, es vital para el PP que llegue el mensaje de Cospedal a través de Tele Madrid.
Esta podría ser la razón por la que ha llevado, a no se sabe todavía quién, ha ordenar que se instale el panel que con su interferencia prive a estos ciudadanos de poder ver la televisión madrileña.
Hasta ahora, Telemadrid mantenía el liderazgo de las televisiones autonómicas en esta franja geográfica de la provincia de Guadalajara que afecta a más del 60 por ciento de la población de la provincia. Además de la capital de la provincia en la zona de sombra afectada se encuentran Cabanillas, Marchamalo, parte de Alovera y los pueblos de la Alcarria.
Cuando todavía no se han acabado los ecos de la polémica por la intervención de la Caja de Castilla-La Mancha, sin que se haya abierto una comisión de investigación en las Cortes Regionales como ha planteado María Dolores Cospedal, pese a que los dos partidos mayoritarios tienen que ocultar muchas vergüenzas por el desastre de gestión del equipo dirigido por Juan Pedro Hernández Moltó, este ataque a la libertad de expresión puede convertirse en el nuevo gran debate de la Comunidad.
http://www.capitalmadrid.info/2010/11/12/0000018344/guerra_de_antenas_en_castillala_mancha.html
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